Un Grupo de Ciudadanos de Chiclana efectuó una ofrenda
floral, leyó un Manifiesto y cantó el Himno de Andalucía ante el monumento a
Blas Infante situado en la Calle Dr. Pedro Vélez s/n de nuestra ciudad ayer lunes
3 de Diciembre, la víspera del considerado por muchos el Día
Nacional de Andalucía, el 4 de Diciembre. Fue
a las 19,00 horas con motivo de la conmemoración del 4 de Diciembre, fecha que
durante 5 años fue Día de Andalucía hasta ser desplazada esta fecha, a partir
del referéndum de 28 de Febrero de 1980 por decisión del gobierno de la Junta
de Andalucía.
El Acto que
congregó a numerosas personas ante el Monumento a Blas Infante comenzó con la
lectura de un Manifiesto por parte de Manuel Moguer uno de los promotores de la
iniciativa, junto con Manuel Guerrero, Rafael Camacho, Marisol Cabrera,
Francisco Osuna, y Jaime Rojas. En el Manifiesto después de recordar la
importancia de las masivas manifestaciones de los 4 de Diciembre de los años
1977 primer día de Andalucía, día en el que mas de dos
millones de andaluces se manifiestan de forma multitudinaria en las calles de
las capitales de provincia, Madrid y Barcelona en demanda de un estatuto de Autonomía para Andalucía en
pie de igualdad con el resto de las nacionalidades del Estado, y 1979, cuando el 4 de Diciembre era el Día de
Andalucía, sin las cuales es difícil entender la victoria en el referéndum por
la autonomía del 28 de Febrero de 1980, se hizo referencia a la proposición de no de
Ley, la 6/83 aprobada en el Pleno del Parlamento de Andalucía, en sesión
celebrada los días 13 y 14 de Abril de 1983, que dice:
“La Historia ha reconocido
la figura de Blas Infante como Padre de la Patria Andaluza e ilustre precursor
de la lucha por la consecución del autogobierno que hoy representa el Estatuto
de Autonomía para Andalucía"
Pero ¿quién es Blas Infante,
quién es esa persona tan vitoreada y alabada todos los 28 de Febrero y tan
olvidado el resto del año, 364 largos días?
Blas Infante Pérez, conocido
como "Padre de la Patria Andaluza", fue el creador, y precisamente
por eso es así conocido, del Himno, Bandera y Escudo de Andalucía, todo ello ya
señas de identidad de todo un pueblo que hoy comienza a configurarse como nunca
como la Nación que objetivamente es.
Pero empecemos por el
principio, tan al principio como el mismo día de su nacimiento, día en el que
su padre, Luis Infante Andrades, al
verlo por primera vez dijo.
"Ven hijo mío. Yo que
arrullé tu nacimiento quiero conducirte a cumplir el fin que resta a tu
vida.... Comienza por descubrir la Libertad".
Blas Infante nace el 5 de
Julio de 1885 en Casares, provincia de Málaga, pero de la Málaga de hoy, cosmopolita
y metropolitana, sino de la Málaga de hace 100 años, profunda, explotada,
jornalera y aislada del resto del mundo, donde Blas Infante veía diariamente a
los jornaleros partir al campo antes del amanecer y volver después de haber
caído la oscuridad estrellada de la sierra malagueña, donde Blas Infante veía
como en época de sequía o fuera de temporada los jornaleros se amontonaban por
las calles y suplicaban a los señoritos terratenientes para poder alimentarse.
La Andalucía profunda, la
Málaga profunda, el Casares profundo y la Puerta de la Guiropa profunda por
donde pasaban los jornaleros hacia el trabajo, como siglos antes iban los
moriscos a las tierras de los terratenientes, las tierras que los
terratenientes castellanos robaron a los que ahora las trabajan gratuita y
obligadamente .
La profundidad donde Blas
Infante veía como sus amigos despedían a sus padres cuando marchaban a
jornalear en el campo; la profundidad donde Blas Infante veía cómo eran sus
amigos mismos los que más tarde también irían a trabajar la tierra a muy
temprana edad; la profundidad del "Kushará y paso´atrá"; la
profundidad de la falta de identidad, tanto de pueblo como de clase; y la
profundidad misma que Blas Infante recogerá en lo que hoy hemos considerado
como el texto inicial de todo el Andalucismo Infantiano:
Yo tengo clavada en la
conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del jornalero. Yo le he visto
pasear su hambre por las calles del pueblo, confundiendo su agonía con la
agonía triste de las tardes "invernales; he presenciado cómo son repartidos
entre los vecinos acomodados, para que éstos le otorguen una limosna de
trabajo, tan sólo por fueros de caridad ; los he contemplado en los cortijos,
desarrollando una vida que se confunde con la de las bestias; les he visto
dormir hacinados en sus sucias gañanías, comer el negro pan de los esclavos,
esponjado en el gazpacho maloliente y servido, como a manadas de ciervos en el
dornillo común, trabajar de sol a sol, empapados por la lluvia del invierno,
caldeados en la siega por los horrores de la canícula; y he sentido con
indignación al ver que sus mujeres se deforman consumidas por la miseria de las
rudas faenas del campo; al contemplar cómo sus hijos perecen faltos de higiene
y de pan, cómo sus inteligencias se pierden atrofiadas por la virtud de una bárbara
pedagogía, que tiene un templo digno en las escuelas como cuadras; o
permaneciendo totalmente incultas requerida toda la actividad, desde la más
tierna niñez, por el cuidado de la propia subsistencia, al conocer todas,
absolutamente todas, las estrecheces y miserias de sus hogares desolados. Y,
después he sentido indignación al leer en escritores extranjeros que el
escándalo de su existencia miserable ha traspasado las fronteras, para
vergüenza de España y de Andalucía".
El tiempo pasa, y Blas
Infante se forjará personal y políticamente, y durante las dos primeras décadas
de este siglo, creará los Centros
Andaluces y más tarde las Juntas Liberalistas de Andalucía y, ambas
instituciones para difundir y enseñar la Historia y Cultura andaluzas, y algo
más tarde además el Anteproyecto de Bases para el Estatuto de Autonomía de
Andalucía, que nunca se llevaría a la práctica al estallar la Guerra Civil.
Para terminar la lectura del Manifiesto, Manuel
Moguer, leyó algunas citas de Blas infante que mejor podrían representar su
pensamiento entre las que se encuentran estas dos:
"He visto entregada esta tierra a aventureros de
la política, a advenedizos que hacen de ella asiento de su cretina vanidad y
base de su mezquino interés. Los que hacen de la política una profesión
exclusiva y excluyente (como una propiedad) suelen hablar de conflictos entre
ideas y realidades. La diferencia entre ellos y nosotros es esta: para ellos,
las realidades de un país son los intereses creados; para nosotros, las
realidades de un país son los dolores creados por esos intereses."
"Mi nacionalismo, antes que andaluz, es humano.
Creo que, por el nacimiento, la naturaleza señala a los soldados de la Vida el
lugar en donde han de luchar por ella. Yo quiero trabajar por la Causa del
espíritu en Andalucía porque en ella nací. Si en otra parte me encontrare, me
esforzaría por esta Causa con igual fervor."
No hay comentarios:
Publicar un comentario